Día del árbol: cuidar nuestros bosques es cuidarnos a nosotros mismos
Cada 29 de agosto se celebra en Argentina el Día del árbol, fecha establecida en 1900 desde el Consejo Nacional de Educación, con el objetivo de concientizar sobre la necesidad de proteger las superficies arboladas y plantar árboles. Con el correr de los años, se agregaron otras metas, como frenar los efectos del cambio climático y la tala indiscriminada. Al respecto opinó para Télam Manuel Jaramillo. director general de Fundación Vida Silvestre Argentina
El Día del árbol se ha constituido, desde 1900, por el Consejo Nacional de Educación como una fecha destacada a fin de tomar conciencia acerca de la importancia de los árboles para el planeta y la necesidad de protegerlos y conservarlos.
Los árboles y bosques nativos son esenciales para preservar la vida humana y de distintas especies. Ayudan a la mitigación y adaptación al cambio climático, purifican el aire, protegen los suelos, previenen inundaciones, dan sustento a la vida de las comunidades locales y contribuyen a la seguridad alimentaria y el desarrollo económico. Además, concentran más de la mitad de la biodiversidad terrestre -ya que albergan aves, insectos, reptiles y mamíferos- y son fuente de alimentos, agua potable, recursos medicinales y materias primas como madera, leña, carbón y fibras.
En Argentina, desde hace casi 13 años, está vigente la Ley 26.331 de Bosques Nativos, una herramienta imprescindible para planificar el uso de estos ecosistemas permitiendo equilibrar producción y conservación de la naturaleza.
En el Día del árbol reforzamos la necesidad de proteger los bosques y ecosistemas naturales, para protegernos también a nosotros mismos: conservarlos es esencial para preservar nuestra salud y nuestro bienestar. La implementación plena de la Ley de Bosques es una ventana de oportunidad para toda la sociedad, pero muy especialmente para los que viven en y de los bosques. Tenemos que estar a la altura de las circunstancias de la crisis ambiental y social mundial que estamos atravesando y tenemos los instrumentos legales, administrativos y financieros para ello. No podemos dejar pasar la oportunidad de consolidar la conservación y uso sustentable de nuestros bosques nativos cómo una real política de estado que trascienda las gestiones de los gobiernos.
Por Manuel Jaramillo. director general de Fundación Vida Silvestre Argentina.
Por qué se celebra el día de la solidaridad en Argentina?
Cada 26 de agosto se celebra en Argentina el Día de la Solidaridad, para conmemorar el nacimiento ese día de 1910 de Agnes Gonxha Bojaxhiu, más conocida como la Madre Teresa de Calcuta, la monja que trabajó a favor de los más necesitados en las periferias existenciales de la India.
La conmemoración internacional es el 31 de agosto, según la ONU, que en su Declaración del Milenio reconoció que la solidaridad es uno de los valores esenciales para las relaciones internacionales.
La monja católica, una de las mujeres más influyentes del siglo XX, dedicó toda su vida a los pobres, enfermos y necesitados. Tan importante y halagado fue su papel que recibió el Nobel de la Paz en 1979.
La Madre Teresa dejó valores de solidaridad, respeto y familia. La solidaridad es una virtud social que debemos cultivar en conjunto, para consolidar un profundo espíritu de compromiso con el bien común generando actos cotidianos de servicio y cercanía con los más desfavorecidos.
Recordando a una mujer de gran valor, compartimos algunas claves para ser solidario, hoy y todos los días del año: compartir con los más necesitados, donar lo que ya no se use, contribuir económicamente con alguna organización, ofrecer nuestro tiempo o cuidar el medio ambiente son gestos que nos hacen ser mejor personas y construir un mundo mejor.
Qué es la solidaridad?
La solidaridad es un valor que se puede definir como la toma de conciencia de las necesidades de los demás y el deseo de contribuir y de colaborar para su satisfacción. Se trata de un valor que hay que fomentar tanto en la familia como en la escuela, así como en otros ámbitos, porque aporta beneficios importantes para los niños.
El 24 de agosto de 1899 nacia uno de los grandes escritores argentinos, Jorge Luis Borges. En homenaje a su figura y elmimportante legajo que dejó, se celebra desde el 2012 el Día del Lector en Argentina.
La Ley nacional 26.754 se realizó con el objetivo de " promover la lectura y la democracia a través de la realización en dicha fecha de actos de divulgación de las letras y de reconocimiento a la obra y trayectoria de la máxima figura de la literatura nacional".
En 1960 se instituyó está fecha como el Dia MUNDIAL DEL FOLKLORE
La palabra Folklore o Folclore fue utilizada por primera vez por el arqueólogo inglés William John Thoms el 22 de agosto de 1846 en la revista londinense "Athenaeum". La palabra está compuesta por dos voces inglesas "Folk" (pueblo) y "lore" (saber, ciencia), para definir al saber popular, los conocimientos, usos, costumbres, leyendas, supersticiones, música, danza, canciones, mitos, dichos, refranes, coplas y cantares transmitidos de generación en generación; en definitiva, lo que se transmite de boca en boca, que trasciende, se incorpora a nuestras costumbres y desconoce toda autoría.
Muchos fueron los términos que intentaron reemplazar a la palabra Folklore, todas buscando castellanizar el término: "saber del pueblo", "demosofía", "tradición", etc. Sin embargo, ninguno de ellos prosperó. Su consagración oficial se logró en 1878 con la fundación de la Folk-lore Society, la primera Sociedad Folklórica de carácter científico que define al Folklore como ciencia y elabora su programa.
El folklore trata de tradiciones, de hechos sociales, estéticos, compartidos por la población y que suelen transmitirse de generación en generación. Nos habla de un saber popular e incluye los bailes, la música, las leyendas, los cuentos, las artesanías y las supersticiones de la cultura local, las coplas, entre otras manifestaciones multidimensionales.
Hacia 1887, el inglés Houme, uno de los fundadores de la sociedad, define al Folklore como: "Ciencia que se ocupa de la supervivencia de las creencias y de las costumbres arcaicas en los tiempos modernos".
(José Francisco de San Martín y Matorras; Yapeyú, hoy San Martín, Corrientes, Argentina, 1778 - Boulogne-sur-Mer, Francia, 1850) Héroe de la independencia americana, libertador de Chile y Perú.
La singularidad del perfil heroico de José de San Martín viene dada, más que por sus hazañas exteriores, por la grandeza interior de su carácter. Pocos hombres públicos pueden exhibir una trayectoria tan limpia en la historia de América: habiendo alcanzado la máxima gloria militar en las batallas más decisivas, renunció luego con obstinada coherencia a asumir el poder político, conformándose con ganar para los pueblos hispanoamericanos la anhelada libertad por la que luchaban.
Sus campañas militares cambiaron el signo de la historia americana durante el proceso de descolonización acaecido a principios del siglo XIX. A su lucidez estratégica se deben los planteamientos militares que llevarían a la independencia de Chile y de Perú, centro neurálgico del poderío español cuya caída conduciría a la de todo el continente. Si luego dejó en manos menos nobles las extenuantes guerras civiles y partidistas que acabaron por malbaratar los más bellos sueños de los patriotas, fue por esa misma pureza y rectitud de principios. Achacoso, postergado y ciego, San Martín moriría decentemente en su cama, en un remoto rincón de Francia, cargado de honores y exonerado de toda responsabilidad sobre el destino tortuoso de aquellas amadas tierras cuya independencia había ganado con el valor de su sable.
Biografía
Hijo de Juan de San Martín, teniente gobernador de Corrientes, y de Gregoria Matorras, el pequeño José Francisco se crió en el seno de una familia española que no tardó en preferir volver a su país a quedarse en aquellos turbulentos estados coloniales. En 1784 pasó con su familia a España; en 1787 ingresó en el Seminario de Nobles de Madrid, donde aprendió retórica, matemáticas, geografía, ciencias naturales, francés, latín, dibujo y música
Hijo de Juan de San Martín, teniente gobernador de Corrientes, y de Gregoria Matorras, el pequeño José Francisco se crió en el seno de una familia española que no tardó en preferir volver a su país a quedarse en aquellos turbulentos estados coloniales. En 1784 pasó con su familia a España; en 1787 ingresó en el Seminario de Nobles de Madrid, donde aprendió retórica, matemáticas, geografía, ciencias naturales, francés, latín, dibujo y música.
Dos años después pidió y obtuvo el ingreso como cadete en el Regimiento de Murcia. Fue éste el origen de una brillante y vertiginosa carrera militar que tendría su bautismo de fuego en el sitio de Orán (1791), en la campaña de Melilla; trece años tenía entonces el futuro libertador.
Más tarde intervino en las guerras del Rosellón (1793) y de las Naranjas (1801), mereciendo sucesivos ascensos por su actuación; en 1803 era ya capitán de infantería en el regimiento de voluntarios de Campo Mayor. Cuando la invasión napoleónica de la península dio lugar a la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), su arrojo contra los invasores franceses en la batalla de Bailén (1808) le valdría ser nombrado teniente coronel de caballería.
La emancipación de América
Tras esta fulgurante carrera en el ejército español, y poco después de estallar la revolución emancipadora en América, San Martín, que había mantenido contactos con las logias masónicas qu
simpatizaban con el movimiento independentista, reorientó su vida hacia la causa emancipadora. El sentimiento de su identidad americana y su ideario liberal, desarrollado en el clima espiritual surgido tras la Revolución Francesa y en la lectura de los enciclopedistas e ilustrados franceses y españoles, lo determinaron a contribuir a la libertad de su patria.
Inició así una nueva etapa de su vida que lo convertiría, junto con Simón Bolívar, en una de las personalidades más destacadas de la guerra de emancipación americana. Solicitó la baja en el ejército español y marchó primero a Londres (1811), donde permaneció casi cuatro meses. Allí asistió a las sesiones de la Gran Reunión Americana, fundada por Francisco de Miranda, que fue la organización madre de varias otras esparcidas por América.
Para los más pequeños:
Partió hacia Europa ,donde murió el 17 de agosto de 1850.
" En Argentina se lo reconoce como el Padre de la Patria y el Libertador, y se lo valora como el principal héroe y prócer del panteón nacional. En Perú también se lo recuerda como el Fundador de la Libertad del Perú, el Fundador de la República, el Generalísimo de las Armas y el Protector del país. El Ejercito de Chile le reconoce el grado de capitán General.
Día de la Pachamama: Jujuy honra a la Madre Tierra
Los pueblos indígenas de América Latina, celebran el día de Pachamama o día de la gran Madre Tierra. Jujuy es Capital Nacional de la Pachamama.
La creencia andina menciona que en estos 20 días es el tiempo de adoración a la Madre Tierra, época de agradecimiento por las cosechas y el buen tiempo, por los animales y la abundancia del suelo.
Los rituales de esta tradición fueron variando con el tiempo, tomando distintas formas y enriqueciéndose con los legados culturales, históricos y sociales de diferentes comunidades. Es así que, de acuerdo a las costumbres ancestrales de cada pueblo, cambia el modo de celebración.
Una de las costumbres andinas, es que las casas se sahúmen para atraer salud, suerte y alejar a la muerte, los indios guaraníes fomentaron el uso de la ruda macho, que evita los parásitos, el malestar estomacal, el ardor y la irritación de picaduras de bichos y alimañas.
Para dar de comer a la Madre Tierra, lo que se hace es que cada familia ofrece a la Pachamama un poco de cada comida que come en todo el año y bebida, algunas de las familias acompañan con coplas alrededor del pozo mientras cada miembro de la familia pasa al pozo.
Hay quienes toman la caña con ruda en tres, siete o un solo trago, así como también hay quienes que lo toman entre los primeros quince días del mes.
Uno de los mitos y que muchos de las personas ancianas lo creen es que si pasas agosto pasas todo el año, se considera que agosto es un mes de mal augurio y es por eso que se hacen todas estas costumbres, agradeciendo a la madre tierra por los alimentos que provee y también sahumar con diferentes tipos de yuyos para alejar a los malos espíritus.
Como se prepara un sahumerio, muchas de las familias tienen diferentes costumbres, pero las conocidas es preparar con ruda macho, azúcar, yerba mate, dólares de juguetes y se lo prepara en una ollita de barro con carbón para que se prenda fuego y así poder por toda la casa y a la vez ir tirando agua bendita.